miércoles, 3 de octubre de 2012

Ser conscientes de nuestra propia condición


 En la tradición tántrica, el dar es un paso previo a devolver lo que se ha recibido, compartir el conocimiento, unido al conocimiento de la verdadera naturaleza y manejo de la energía que sirve para expandirnos.

Observando nuestros límites, nuestros conflictos, nuestros condicionamientos, podemos llegar a ser verdaderamente conscientes del sufrimiento de otros, y entonces nuestra propia experiencia se convertirá en una base, o modelo, que nos permitirá entender y ayudar mejor a aquellos que nos rodean.

La única fuente de toda clase de beneficio para los demás es estar conscientes de nuestra propia condición. Cuando sabemos cómo ayudarnos a nosotros mismos y cómo trabajar con nuestra situación, es cuando podemos realmente beneficiar a los demás, y nuestro sentimiento de compasión surgir.

¿Qué queremos indicar cuando decimos, "hacernos conscientes de nuestra propia condición"?

Significa observarnos a nosotros mismos, descubrir quiénes somos, quiénes creemos que somos, y cuál es nuestra actitud hacia los demás y hacia la vida.

Para ello es suficiente con observar los límites, los juicios mentales, las pasiones, el orgullo, los celos, los apegos y todas las actitudes en las que nos encerramos en el curso de tan sólo un día.

¿De dónde surgen?, ¿dónde están enraizados? Su fuente es nuestra visión dualista y nuestros condicionamientos. Para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás, tenemos que superar todos los límites en los que estamos encerrados. Esta es la verdadera función de las enseñanzas tántricas, el recurso para poder convertir una cosa en otra.

 Es la alquimia de la existencia. Transforma algo sin valor en algo valioso, sintetiza multitud de opciones y las concentra en el propio ser humano.No rechaza nada mundano ya que todo puede ser transformado en algo valioso.Es un proceso por el cual un hombre o una mujer, puede cortar de raíz todo aquello que esclaviza la mente.

Toda enseñanza es transmitida a través de la cultura y conocimiento de los seres humanos. Pero es importante no confundir ninguna cultura o tradición con las enseñanzas mismas, porque la esencia de las enseñanzas es el conocimiento de la naturaleza del individuo.

Cualquier cultura dada puede ser de gran valor, porque es el medio que capacita a la gente para recibir el mensaje de una enseñanza, pero no es la enseñanza misma.

El Tantra no creó una forma nueva de cultura, sino que usó la cultura del pueblo de la India de su tiempo como base para la comunicación, y encontramos conceptos y nociones, que son típicos de la antigua cultura India.

El tantra en nuestros días  llega de la mano de la psicología  y de corrientes globales, que han sabido rescatar la esencia y lo natural del ser humano.

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